Situadas en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, las Cataratas del Niágara son uno de los grandes espectáculos de naturaleza del país y atraen a millones de visitantes de todo el mundo cada año. El agua que fluye por ellas proviene de los Grandes Lagos y su enorme caudal, además de convertirlas en un imponente fenómeno natural, tiene una gran importancia en la generación de energía eléctrica.
Las Cataratas del Niágara están formadas por tres grandes caídas de agua: Horseshoe Falls, Bridal Veil Falls y American Falls. Hay diversos miradores desde los que se pueden observar cada una de ellas, así como recorridos que permiten acercarse a ellas para apreciar realmente de cerca su gran espectacularidad.
Estas magníficas cascadas separan el estado canadiense de Ontario del de Nueva York, en Estados Unidos. En el siglo XIX las cascadas ya habían adquirido fama internacional; en 1848 se construyó el primer puente para visitantes y, poco después, se fundó la ciudad de Niagara Falls, con todo tipo de servicios. Antes de verlas se adivina por qué los indios iroqueses las denominaron Niágara, «trueno de agua»: un rugido ensordecedor anuncia la caída en picado del río en dos cascadas, las Horseshoe Falls y las American Falls, estas últimas también se denominan Bridal Veil (Velo de Novia). Las aguas forman una bruma azulada que abraza los 945 metros que separan las orillas. El recorrido por la parte canadiense está salpicado de vistas espectaculares y, además, descubre la Cueva de los Vientos donde Marilyn vivió su amor adúltero.
A bordo del Maid of the Mist, el transbordador que se adentra en la garganta de las cataratas del Niágara, cinco millones de litros de agua caen cada segundo muy cerca de la cubierta de estribor. Las cataratas del Niágara no son las más altas del planeta pero sí una de las más espectaculares, bellas y de mejor acceso desde Toronto o desde Nueva York. Se dividen en dos saltos, uno en la vertiente estadounidense y el otro en la canadiense. Se puede realizar la visita con el paseo en teleférico sobre los rápidos, el Spanish Aero Car o desde las torres Skylon o Minolta. También hay que adentrarse en los túneles panorámicos, otra experiencia muy atractiva, aunque deje empapado al visitante. Y no olvidar la posibilidad de sobrevolar las cataratas en helicóptero.
QUÉ VER EN LAS CATARATAS DEL NIÁGARA
QUÉ HACER EN LAS CATARATAS DEL NIÁGARA