Viajar a Miami

¿Qué ver y hacer en Miami?

Miami es una ciudad vibrante y llena de vida. Es el centro neurálgico de la comunidad latinoamericana del Caribe y Sudamérica.

 

En este link te explicamos todo lo que has de ver en un viaje a Miami.

Nuestra experiencia de viaje a Miami

Día 1. Vuelo internacional y llegada a Miami

El día de hoy se planteaba duro… Nuestro vuelo salió desde Barcelona a las 06:40 de la mañana rumbo a Lisboa. En la capital lusitana teníamos que hacer una escala de 3 horas. Estuvimos por el aeropuerto medio dormidos, desayunando varias veces y pendientes de la hora constantemente. Por fin nos embarcamos en el vuelo intercontinental de la Tap rumbo a Miami. El vuelo fue agradable y cómodo. Los niños con sus Ipads y su ordenador de a bordo, viendo películas y echando sueñecitos. Pili leyendo en su E-book y yo devorando también películas, no puedo leer en los vuelos, no me llego a concentrar… Una de las películas que ví fue “Rocketman”, el “biopic” de Elton John. Me gustó… y es que la música de este rock-star es increíble!.

 

Llegamos a Miami sobre las 15:00, el cielo, como es habitual en estas latitudes, estaba muy nublado, la meteorología parecía inestable. Al salir del avión, las niñas quisieron ir “un momento” al lavabo… se nos adelantó todo el avión (unas 400 personas) para hacer el trámite de inmigración, así que estuvimos como una hora y media de cola… finalmente hicimos todo lo que la policía nos ordenó y nos autorizaron la entrada a los Estados Unidos sin más problemas.

 

Cogimos las maletas y nos dirigimos rápidamente a la terminal de “Rental Cars” mediante un trenecito que conexiona la terminal de pasajeros y la de alquiler de coches. Llegamos al mostrador de Alamo y otra cola!. Nos armamos de paciencia, al fin y al cabo, hoy era un día de trámites, no teníamos mucha cosa más que hacer. Finalmente nos tocó a nosotros, nos atendió un tipo que hablaba español, así que nos entendimos bien. Le pedimos que no nos incluyera ningún seguro extra, ya llevábamos uno de “reembolso de franquicia total” y un seguro médico que nos cubría accidentes, así que no queríamos nada extra. Revisamos bien el contrato que tuvimos que firmar y nos entregó las llaves.

 

Si quieres informarte de todo lo relativo al alquiler de coches en Estados Unidos, no dudes en consultar nuestro artículo: "Todo lo que hay que saber sobre el alquiler de coches en EEUU"

 

Fuimos a recoger el coche a uno de los parkings del aeropuerto y pudimos escoger entre varias mono volúmenes que había por allí aparcadas. Escogimos una “Dodge Grand Caravan”. Para esta primera parte del viaje quise reservar un coche cómodo y amplio, se que a mis hijos les gustan los coches grandes y hacer sus “nidos”, así que este modelo era éxito asegurado. Era automático, como la gran mayoría de los coches de alquiler en Estados Unidos. Un sistema al que te acostumbras en seguida, fácil y práctico. Ya había conducido este tipo de coches en mis anteriores viajes por Estados Unidos, aunque mi hermano Alex suele ser mi chófer particular…

 

Revisamos el coche y lo llenamos de maletas. Pusimos la dirección del hotel en el gps y todo listo!, ahora solo faltaba saber cómo diablos se ponía en marcha… y como se encendían las luces, y como se ponía el freno de mano… madre mía, que provincianos nos sentíamos, como si fuera la primera vez que cogíamos un coche… finalmente, con mucha paciencia y sin alteraciones, lo descubrimos todo y pudimos salir del aeropuerto.

Para esta primera estancia en Miami había reservado el hotel en la zona de Miami South Beach y el gps nos llevó por la calle 8, que atraviesa Little Havanna, un barrio cubano 100%, donde puedes encontrar restaurantes cubanos; vimos el Versalles, uno de los clásicos, La Carreta, El Exquisito, El Cristo… Ya estaba anocheciéndo pero aún se veía mucho ambiente por la calle. Pasamos por el Domino Park, donde los mayores juegan al dominó y vimos las típicas tiendas de puros cubanos. Aquí todos los rótulos de las tiendas están en español. Si no tuvieras ni idea de hablar inglés, aquí en Miami no tendrías ningún problema. Nos comentó una taxista que cogimos uno de estos días por aquí, que el 80% de la población de la ciudad de Miami es hispana y obviamente habla español. El otro 20% son angloamericanos y muchos de ellos hablan o entienden el español. En esta ocasión, como ya era tarde y se estaba haciendo oscuro, no paramos en este barrio.

 

Al fin llegamos a nuestro hotel, dulce hotel… Había reservado en el Hotel Kimpton Angler’s, un alojamiento bien situado, a 1 cuadra del paseo marítimo y con piscina, imprescindible para mis hijos y para mí… Nos gustó el hotel. La cadena Kimpton tiene muchos hoteles en Estados Unidos y tiene un estilo muy “cool”. La decoración es una mezcla entre exótica y moderna, un poco retro, y utiliza mobiliario y estampados típicos de la ciudad donde se ubica el hotel. Nos acomodamos en la habitación. Teníamos 2 camas grandes de matrimonio. En Estados Unidos es típico utilizar una habitación con dos camas de matrimonio como triples o cuádruples.

 

Nos relajamos un poco, Maxi se quedó frito, no en vano llevábamos muchas horas de trote y nos habíamos levantado muy temprano, sin embargo yo les dije que lo mejor para combatir el “jet lag” era adaptarse cuanto antes el nuevo horario. A Lucía no le costó nada, es muy trasnochadora ella, pero quería ver como lo llevaba en días posteriores… Al final, para poder aguantar, dijimos de ir a dar una vuelta por Ocean Drive, ver el ambiente y cenar algo. Así lo hicimos, pero justo cuando salíamos se puso a llover. Cogimos unos paraguas del hotel y nos dimos una vuelta. La lluvia vino acompañada de viento, así que nos quedamos chopos… pensamos que no era buena idea alargar el paseo, así que nos metimos en un Friday’s a cenar.

 

La carta del Friday’s, como la de muchos restaurantes de Estados Unidos, no es muy variada; alitas de pollo, hamburguesas de muy variados gustos, con patatas, ensalada cesar, costillas, etc. Todo regado con un buen refresco “refill”, es decir, que te lo rellenan cuantas veces pidas. Al finalizar la cena pedimos la cuenta y nos encontramos con el momento “propina”. ¿viene ya la propina incluida en la factura?, ¿Cuánto dejamos?, ¿no dejamos?... Esto de la propina, los españoles, desde que nos ponemos la gasolina nosotros mismos, ya casi no lo ponemos en práctica. En Estados Unidos, sin embargo, es una práctica muy arraigada, de hecho, para muchos camareros y gente que trabaja en el sector servicios, la propina es una parte importante de su sueldo… y digo yo, que suerte tienen los empresarios americanos con este sistema, no?

 

Al final, el camarero, un tipo grande vestido todo de negro, con bermudas y bambas, nos trajo la factura con la propina del 18% incluida. En otras ocasiones, generalmente cuando viajo con Alex, pedimos que nos traigan la factura sin la propina incluida. Esto se puede pedir y normalmente lo hacen. En esta ocasión, como estábamos cansados y tampoco quería líos el primer día, decidí pagar ese pedazo de propina… Por cierto, en mi primer pago con la tarjeta Revolut no me funcionó. Luego en el hotel ví que aún la tenía bloqueada, la desbloqueé y ya me funcionó perfectamente durante el resto del viaje.

 

Ese día nos fuimos a dormir destrozados… habíamos iniciado nuestro viaje por Florida y ya estábamos “on fire” en los Estados Unidos!

Día 2. Que ver en Miami South Beach

Hoy nos despertamos con un día soleado, ¿cómo no va a haber sol en Miami?. Uno de los centros turísticos más importantes de todo América?. El Estado de Florida es similar a España, tiene una media de días de sol muy elevada (la más elevada del país) y las temperaturas son suaves en invierno y calurosas en verano, así que muchos jubilados con ahorros se trasladan a este estado para disfrutar de esas condiciones los años de vida que les restan. ¿No hacen lo mismo alemanes e ingleses en Canarias o Baleares?. Sin embargo, Florida recibe también, según el año, muchas tempestades y huracanes entre septiembre y octubre, así que no todo son buenas noticias para este Estado…

 

¿Qué hay que ver en Miami Beach?. Hoy habíamos pensado ir a pasear por el Art District y la playa de South Beach, sin prisas, disfrutando del ambiente. Nos arreglamos y salimos del hotel sin desayunar. En Estados Unidos, por norma general no está el desayuno incluido al reservar un hotel. Si lo quieres, puedes tomarlo, pero se ha de pagar directamente en el hotel. Estuvimos mirando el precio, pero decidimos comprar algo en un Walgreens que teníamos muy cerca del hotel y desayunar viendo la playa, además, los niños estaban como locos por ver un supermercado americano y probar sus “porquerías”.

 

Walgreens es una de las decenas de supermercados que hay en Estados Unidos. Esta empresa tiene varios tipos de locales, pequeños, de proximidad, medianos y macro supermercados. Este al que entramos era pequeño, de proximidad, pero estaba muy bien surtido. La entrada al super fue, para los niños, como si entraran en un parque de atracciones, entraron corriendo y enseñándome todo lo que les parecía curioso y novedoso; Refrescos de todos los sabores y colores, cereales de todo tipo y formas, chocolatinas de todos los gustos y tamaños, en fin, una locura de productos que no tenemos en España… Los hubiésemos probado todos, pero nos quedaba todo el viaje por delante y es importante, durante un viaje a Estados Unidos, dosificarse en cuanto al consumo de “mierdecillas varias”, por aquello del azúcar y las grasas saturadas. Nos compramos algunas cosas para desayunar, yo no pude resistirme a los donuts Krispy Kreme, son muy industriales, pero son deliciosos…

 

Con nuestro picnic nos dirigimos al paseo marítimo, muy cercano, creo que eran 2 cuadras y allí, en un murito, desayunamos con vistas a la playa y el mar. Ya empezamos a ver gente corriendo, “runners” por allí. Una vez terminado nuestro desayuno portátil, nos pusimos en marcha para recorrer todo Ocean Drive, la célebre calle donde se encuentran los hoteles de estilo “art deco”.

 

Esta calle es una de las imágenes más célebres de Miami, aquí se han filmado infinidad de películas, series y anuncios, entre ellos; “El precio del poder” de Al Pacino, la mítica “Miami Vice” con Don Johnson, “Ace Ventura: Detective de mascotas” con Jim Carrey… Me pareció ver por aquí, también la cabellera pelirroja de “H” (Horacio) de CSI Miami

Entre los hoteles art deco y la playa se sitúa Lummus Park, un espacio con zonas para hacer deporte; canchas de basket, de volei playa, gimnasios al aire libre, algunas pequeñas dunas, algo de vegetación y muchas palmeras tropicales. Es por aquí por donde la gente hace ejercicio. Vimos un grupo de jóvenes multirracial haciendo pesas y ejercicios gimnásticos, por supuesto, sin camiseta, mostrando sus pectorales y abdominales, a cual más cachas… era la imagen típica de las playas de miami. Yo quise hacer un poco de pesas también, pero mis hijos me lo impidieron, me decían que, si me quitaba la camiseta, iban a desaparecer… que poca autoestima tienen estos niños de hoy en día…

 

En la época de los años 10, Miami no era más que una isla estrecha y alargada, con mucho manglar y un banco de arena. Un visionario empezó construyendo un hotel y coincidió con el boom del turismo en Estados Unidos. Las empresas empezaron a remunerar las vacaciones y la gente empezó a viajar. Miami tuvo una explosión de construcción, era un lugar ideal para la gente que buscaba buen clima. Es entonces cuando se construyeron todos los hoteles de estilo art decó que podemos ver, aún hoy, en funcionamiento, en Ocean’s Drive y Collins Avenue.

 

Durante nuestro paseo por Ocean’s Drive pudimos ver todos estos hoteles art decó, un estilo que me gusta mucho, de líneas rectas y limpias, con pocos artificios, muy elegante. Casi todos estos hoteles son blancos con alguna cenefa de color pastel; azul, naranja, rojo o amarillo. Y no son muy grandes, hoy en día podríamos decir que son pequeños hotelitos.

 

Vimos todos los establecimientos que están en primera línea, todos preciosos y en general bien conservados; el BentleyThe FritzBarbizonBeach Park Hotel, MajesticAvalon, Beacon Hotel, Colony Hotel, Boulevard Hotel, Starlite Hotel, Shore Park Hotel, The Pelican, Room Mate Waldorf Tower HotelBreakwater, Edison, Congress Hotel, Bon Air, la mansión de Versace, Victor Hotel, The Tides, Leslie, The Carlyle, Cardozo HotelCavalier, Netherland, Winter HavenPenguin Hotel, Crescent, MC Alpin, Ocean Plaza, Betsy Hotel, Drake, etc.

 

Otra de las cosas que llaman la atención por aquí, el South Beach de Miami, es la alta densidad de “beautiful people” y sus cochazos. Esto un desfile de mujeres y hombres impecables, sexys, con cuerpazo y pelazo paseando en sus descapotables, Ferraris, Bentleys, Porsche, Jaguar, etc. Obviamente también circula por aquí gente normal, turistas como nosotros e incluso algunos de calcetín y chancla… Miami es una amalgama de gente, una ciudad multirracial donde predominan los latinos. Miami se ha convertido en el gran centro cultural y económico del Caribe hispanoparlante.

 

Miami es una ciudad compuesta por múltiples barrios, todos ellos muy diferenciados. Los más conocidos son; el downtown, caracterizado por los rascacielos de las multinacionales financieras y los apartamentos para gente adinerada. Coconut Grove y Coral Gables, son zonas residenciales de lujo. Key Biscayne, una isla unida a tierra mediante un puente, ahí se encuentra el famoso club de tenis de Crandon Park, donde se disputaba hasta hace poco el Open de Miami. Tiene también una magnifica playa y apartamentos para el turismo, en general, nacional. Y el barrio de Miami South Beach, que es la “joya de la corona” para una ciudad orientada al turismo.

 

Nuestro paseo transcurría por entre atletas callejeros, edificios de “art decó”, llamativos “muscle cars”, sexys y esculturales jóvenes de ambos sexos, una brisa marina que lo impregnaba todo y un sol de justicia.

 

Llegamos al final de Ocean’s Drive y nos detuvimos en un Starbucks a tomarnos un batido de fresa bien fresquito mientras descansábamos en la terracita. Mi hija comentó que le parecía estar inmersa en una de sus series de adolescente de Netflix.

Continuamos por Collin’s Avenue, me interesaba mucho ver la situación de los hoteles que habitualmente utilizo para los viajes que organizo por aquí. A partir de 15th St, cuando se termina Lummus Park, empieza una sucesión de hoteles más modernos que los de Ocean Drive. Son hoteles mucho más grandes, algunos se podrían considerar rascacielos, y casi todos tienen salida directa a la playa.

 

Lo primero que vimos al doblar la esquina fue nuestro “muscle car” favorito, allí aparcado, un Lamborghini negro espectacular. A mi hijo y a mi nos encanta esta marca, somos muy fans. Se trataba de una empresa de alquiler de coches de lujo!. Por un momento pensé en marcarme el puntazo, pero mi enanito interior de la cordura me riñó y tan solo nos hicimos alguna foto con este magnífico ejemplar…

 

Por aquí están los hoteles; Royal PalmLoews, ambos de estilo “art decó”, The Ritz Carlton, Sagamore, The National, el Delano, Kimpton Surfcomber, The Social Club, Shelborne South BeachNautilus, etc. Nos dimos la vuelta a esta altura porque ya estábamos un poco cansados.

 

Durante este tramo, nos metimos en varios hoteles para cotillear, uno de ellos fue The National, un clásico que aún conserva un aire muy “retro”, con los salones estilo años 50, con fotos de personajes históricos que se habían alojado en el establecimiento, un bonito bar de madera donde se sirven cocktails y sobre todo, lo que más me apetecía ver, la famosa piscina alargada tan característica de muchos de los hoteles de Miami Beach. Me encantan las piscinas, me dan mucha paz y me relajan mucho, así que no pierdo la oportunidad de ver y si es posible, probar una piscina. En esta ocasión, solo pudimos visitarla e imaginarnos sus bondades. Nos hubiéramos podido bañar tranquilamente, éramos unos turistas más allí, pero no llevábamos toallas y nos dio pereza… La piscina del National es de forma rectangular, con 62,4 metros de largo (la más larga de Miami Beach), no muy profunda, 1,70 metros como mucho, rodeada de palmeras y tumbonas. Desde un extremo, si se mira hacia el hotel, se ve toda la piscina alargada con la fachada rosácea de estilo “art decó” al fondo… una imagen que me encanta. Me gustó mucho conocer este hotel, me transportó en el tiempo y me imaginé como debió ser Miami hace 70 años…

 

Otro de los hoteles que cotilleamos fue Kimpton Surfcomber, de la misma cadena que el que estábamos alojados nosotros. Este hotel también está bastante bien situado. El estilo es muy ecléctico, mezclan decoración tropical con vintage y con temática surfera. La mezcla es divertida y me parece original. En los jardines hay mobiliario de colores muy vivos, también vintage y la piscina es más bien pequeña, pero como tiene salida directa a la playa, no importa mucho.

Nuestro regreso al punto de partida lo hicimos por la playa. El día estaba siendo muy soleado, pero las nubes se movían con rapidez y no muy al fondo había nubarrones amenazantes.

 

La playa de Miami South Beach es inmensa, con una anchura entre el mar y los hoteles de unos 300 metros bien, bien. La arena en blanquecina, sin ser coralina, el blanco es bastante aceptable. Y el mar, es de un color verde pastel, mezclado con algunas tonalidades azules. Es bastante bonita, la verdad. Para ser una playa Atlántica, resulta exótica y apetecible.

 

Al salir de los hoteles hay unos metros en los que la arena está muy compactada. Por ahí pasea la gente o se desplazan de una zona a otra de la playa, se puede caminar cómodamente por aquí. También transitan algunos vehículos que dan servicio a la playa. Ya en la arena, vemos que cada hotel tiene montada, justo delante de cada establecimiento, su zona particular “beach zone” para sus clientes, con butacas, sombrillas, toallas, un chiringuito e incluso una zona de juegos para los niños.

 

También podemos ver las famosas casetas de los socorristas o “Baywatchers”. Contamos, a lo largo de la playa del South Beach unas 8 casetas. Todas diferentes, en forma, color y estructura, pero todas preciosas y divertidas. En estas casetas se sitúan los vigilantes de la playa, todos y todas guapísimas y con cuerpazo, claro. También se puede ver en las casetas las banderas que informan sobre el estado de la mar y si es o no recomendable el baño. Ese día ondeaba la bandera rojaHigh Hazard” y violeta “Dangerous Marine Life”, es decir, peligro alto por las resacas y fuertes corrientes por un lado y por otro, vida marina peligrosa merodeando por allí… madre mía! Cualquiera se bañaba con esas predicciones… desde luego, mi hijo se quedó impactado con lo de “vida marina peligrosa”, ya se imaginaba todos los tiburones que le estaban esperando para morderle, solo poner un pie en el agua… Quise preguntar a un vigilante qué tipo de vida marina peligrosa había por allí y me comentó que, desde luego, tiburones, pero estos estaban lejos y a más profundidad, así que no era lo más preocupante. Los bichos más molestos son principalmente las medusas. Nos quedamos todos un poco más tranquilos…

 

El mar estaba movidito y no apetecía demasiado un baño. La única que se bañó fue Lucia. Es como una sirenita, adora el mar y no desperdicia ocasión para remojarse.

 

Los vigilantes de la playa eran implacables con aquel que se alejaba más de 10 metros de la playa. Primero le avisaban con un pito, si no hacía caso, entonces cogían un megáfono y le reñían para que regresara más cerca de la costa… Vimos también varios socorristas salir derrapando con su quad, supongo que en auxilio de alguna llamada. Ciertamente, la playa de South Beach es como un escenario gigante de una película, la película de la vida.

 

Mientras estábamos caminando por la playa se puso a llover y corrimos al cobijo de una de estas casetas de socorrista. La lluvia duró muy poco, un cuarto de hora como mucho. La meteorología era muy inestable y ya llevábamos unas horas caminando. Nuestros cuerpos empezaban a acusar el “jetlag” y decidimos ir a nuestro hotel a hacer una siestecita.

 

Antes de llegar al hotel pasamos de nuevo por el Walgreens y compramos algunas provisiones para los días venideros; una caja de 12 latas de Dr. Pepper, mi refresco favorito, coockies, caramelitos varios, agua, etc.

Esa tarde dormimos todos un poco de siesta, nos sentó fenomenal y luego nos fuimos a la piscina de nuestro hotel, situada en la azotea. Una piscinita maravillosa donde estuvimos bañándonos largo rato y tomando el sol. La temperatura, a pesar de ser finales de diciembre, era fenomenal. Aquí, en estas latitudes, la temperatura media anual es de 25 grados. Nos sentíamos unos privilegiados ya que nuestras familias y amigos estaban en pleno invierno, en España, y nosotros, mientras, remojándonos plácidamente en Miami Beach…

 

Esa tarde, durante el atardecer, mi hija y yo subimos de nuevo a la azotea del hotel para contemplar la puesta de sol sobre la ciudad y conseguir alguna instantánea digna de Instagram… La puesta de sol fue espectacular, suele serlo cuando el cielo está nublado. Tonalidades doradas despidieron al sol aquel día.

Aún nos quedaba lo más emocionante de este primer día en nuestro viaje a Florida, ir a ver un partido de la NBA de baloncesto!!!

 

Os cuento nuestra experiencia viendo un partido de la NBA entre los Miami Heat e Indiana Pacers en este link.

 

La experiencia les había encantado a Lucia y Maxi. Siempre que se pueda, es recomendable incluir un partido de la NBA en vuestro viaje a los Estados Unidos.

 

El partido había terminado y tocaba regresar al hotel. Seguía lloviendo y llamamos a un UBER. Tuvimos que esperar un rato debajo de un árbol porque con la salida de tanta gente, aquello estaba colapsado. Finalmente el UBER, conducido por un chico cubano, nos llevó al hotel.

Llegada por la tarde a Miami tras recorrer los Cayos de Florida

Nos alojamos en la misma zona que habíamos estado hacía 2 días, en el Bayside. Aprovechamos para darnos una vuelta por el centro comercial que hay justo delante, en el puerto de Miami. Entramos en una tienda de chucherías al por mayor. Lucia y Maxi se volvieron locos!. Compramos “mierdecillas varias” para regalar a toda la familia; Reese’s, Swedish Fish, Sour Patch, Neerd’s, Rise Crispies, Pop Tarts, Lucky Charms, Oreos de colorines, etc. Todo muy sano…

 

En este centro comercial había una tienda de deportes que tenía expuestos 6 modelos diferentes de Nike Air Jordan, ahora lamento no haberme agenciado unas… que joyas más preciadas para los amantes del baloncesto!. Esa noche quisimos cenar en el Bubba Gump, el restaurante temático de Forrest Gump, pero ya cerraban y no nos dejaron entrar. Nos tocó cenar de nuevo macarrones con cheddar en la habitación del hotel. 

Miami, excursión "casa de los famosos" 

Hoy era nuestro último día en Estados Unidos. Nuestro vuelo salía a las 17:00 horas, así que aún podíamos hacer algo por aquí. Había comprado tickets para hacer la excursión en barco para ver las “casas de los famosos”. Desayunamos en el hotel, dejamos las maletas en recepción y nos presentamos a las 11:00 en el muelle del puerto, donde estaba el ferry que opera esta actividad.

 

Esta excursión parece un poco “frívola”, pero en realidad es muy interesante. El barco da un paseo de un par de horas por la bahía de Miami, obteniendo así vistas de diferentes perspectivas de la ciudad y ayudando a entender un poco como está organizada aquella mega ciudad, por lo menos de la parte marítima. Durante el trayecto se puede ver también la terminal de cruceros, la más grande del mundo. En esos momentos estaban allí atracados 6 mega cruceros uno de los cuales, no recuerdo el nombre, de la compañía Royal Caribbean, era el segundo más grande del mundo.

 

En cuanto a las casas de los famosos, el barco se va paseando a poca distancia de Hibiscus Island y Palm Island Park, donde se sitúan la mayoría de las casas de las celebridades. Por megafonía van señalando las casas de algunos famosos, por ejemplo; Paulina Rubio, Alejandro Sanz, Julio Iglesias, Enrique Iglesias, Shakira, Shaquile O’Neil, Chayanne, Gloria Estefan, la casa del doctor que inventó la Viagra, y muchos más que ahora no recuerdo. La mayoría son casas espectaculares, de estilos muy diferentes, algunas más moderno otras más clásicas, pero todas fantásticas, con su jardín con su piscina, y su muelle para poder salir de allí.

 

La excursión se terminaba, el último tramo que recorre el barco tiene unas espectaculares vistas del skyline de la ciudad, fue una buena foto de despedida. Nuestro viaje también llegaba a su fin.

Regresamos al hotel y pedimos nuevamente un UBER. En esta ocasión, nos llevó Ramón, otro cubano afincado en Miami que hacía horas extras como taxista para poder sobrevivir. Nos explicó un poco su vida aquí en los Estados Unidos, estaba orgulloso de haber podido salir adelante y de su integración en la sociedad americana, pero también hablaba con nostalgia de su madre patria, una isla, Cuba, a la cual nunca volverá porque él ya se sentía americano.

 

Nuestro vuelo de regreso fue de nuevo con la Tap portuguesa. Era un vuelo nocturno, pero nos interesaba aguantar al máximo el sueño para reengancharnos al huso horario europeo cuanto antes… El vuelo transoceánico fue perfecto, nos tragamos un montón de películas y echamos alguna siestecita. Esa noche era la noche de Reyes, la noche más especial del año. En esa ocasión la pasamos volando, cerca de las estrellas…

 

Este año 2019 había sido espectacular. Ya había estado de viaje por Kenia con mis hermanos, en la Provenza francesa con toda mi familia y 3 días en Viena con mi mujer. Que afortunado soy de poder celebrar mis 50 años haciendo lo que más me gusta... viajar!

Información útil para viajar a Miami

Ubicación de Miami

Miami está situada al sur de la Península de Florida, en la vertiente atlántica. Miami es un hub aéreo para toda la región del Caribe y parte del continente Sudamericano. Por allí hacen escala muchos vuelos que siguen después al resto de Estados Unidos o algunos países latinoamericanos.

¿Cómo moverse por Miami?

Lo más práctico para moverte por Miami es alquilar un coche. Estados Unidos y Florida en particular es un destino pensado para ir en coche a todas partes. Es la cultura del automóvil. Los coches de alquiler son relativamente económicos, aunque se ha de añadir una buena cobertura médica.

 

También es una buena opción, si no conduces, moverse en taxi o UBER, en los últimos años, esta modalidad ha ganado muchos adeptos por su practicidad y precio.

 

Los servicios públicos en Miami son bastante limitados.

¿Cuánto tiempo se recomienda estar en Miami?

Miami está formada por múltiples barrios; Coral Gables, Caye Biscayne, South Beach, Downtown, etc. Para conocer un poco de los barrios más atractivos, es necesario un mínimo de 3 ó 4 días en Miami. Si piensas en hacer un roadtrip por Florida, puedes partir la estancia en Miami haciendo varios días al inicio del viaje y otros varios más al final del viaje.

 

Como en todas las grandes ciudades, podrías estar un mes entero en Miami, disfrutando de la playa y el gran ambiente que hay, pero los 3 ó 4 días que recomendamos son en términos “turísticos”

¿Dónde dormir en Miami?

Miami tiene una gran variedad de alojamientos, desde apartamentos sencillos hasta hoteles de lujo. Todo existe en Miami.

 

En cuanto a la situación, os recomiendo el South Beach. Es el barrio más auténticamente Miami y el más atractivos, con el paseo Ocean’s Drive y la preciosa playa.

 

Sin embargo, en ocasiones conviene alojarse en el Downtown o la zona del Bayside. Por ejemplo, para los que vayan a hacer un crucero por el Caribe o los que busquéis un hotel más económico.

 

A continuación, os indico algunas opciones interesantes en cada localización:

 

Hoteles en Miami South Beach

Kimpton Angler's South Beach Hotel 4*Sup

Kimpton Hotel Palomar South Beach 4*

Cavalier Hotel South Beach 4*

The Surfcomber Hotel South Beach 4*

Sagamore, the Art Hotel 5*

Nautilus - a Sixty Hotel 4*

National Hotel South Beach 4*

 

Hoteles en Miami Downtown

Courtyard Miami Downtown 4*

Aloft Miami Brickell 4*

 

Hoteles en Miami Bayside

Holiday Inn Port of Miami 3*

YVE Hotel Miami 3*

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